Las vacaciones de Navidad están llegando a su fin y de nuevo los colegios abren sus puertas. A la vuelta de la esquina están los exámenes del segundo trimestre y puede que con el descanso nuestra mente se haya adaptado a no estudiar. Para los alumnos siempre cuesta un poco de trabajo retomar el hábito de estudio, por eso en este artículo compartiremos contigo algunas técnicas de estudio para superar este problema fácilmente. Si eres uno de los padres que les preocupa esta situación con los hijos, entonces te invitamos a que leas detenidamente los consejos que proporcionamos, así ayudarás a los tuyos.
Una cosa a la vez
El trimestre suele empezar con una carga bastante grande de contenidos que, sumado al problema de concentración que estamos abordando acá, hace más compleja su asimilación. Por tanto, trazar metas concretas y estudiar contenidos bien delimitados es la mejor manera de retomar el paso. En clases anota aquello que más dificultad te genera, así cuando toque la hora de estudiarlo en casa no pierdes tiempo ni esfuerzo. Los objetivos concretos son alcanzables, sin embargo, cuando no se sintetizan suelen volverse imposibles, arrastrando el desánimo y el desinterés.
Establece tiempos y horarios fijos
Algo que solemos ver con demasiada regularidad es la inestabilidad en los horarios y tiempos de estudio. Los análisis sobre las buenas técnicas de estudio suelen dictar la siguiente afirmación: se obtienen mejores resultados cuando se estudia siempre en un mismo horario. La razón es la siguiente, igual que adaptamos nuestro cuerpo a comer, practicar ejercicios u otras actividades en horarios establecidos, el estudio también debe tener su momento del día reservado. Esto tiene dos efectos inmediatos, combate la pereza clásica en la decisión de comenzar a estudiar y garantiza que al final del día el cerebro esté listo para enfrentar la próxima jornada de lecciones.
Fundamental el papel de los padres
El rol de los padres es fundamental para que los hijos adopten conductas de estudio. Como padres, no siempre tenemos todo el tiempo para controlar si los hijos están estudiando lo suficiente y, sobre todo, si lo están haciendo de manera correcta.
Muchas veces son los resultados finales del trimestre los que lanzan una señal de que algo está mal, pero no hay que llegar a ese punto. Utilicemos las vacaciones de Navidad para analizar los hábitos de estudio de nuestros hijos. Recordemos que es tan importante celebrar sus éxitos como ayudarlos cuando no están en el camino correcto.
Las vacaciones de Navidad no son un momento para desvirtuarse del estudio, al contrario, si se aprovechan para recargar las pilas, nuestros hijos tendrán un próximo trimestre exitoso.